Negación
«–Robert, desde un punto de vista meramente científico, atendiendo sólo a la lógica, no a los sentimientos, puedo asegurarte que si no tiene lugar un cambio drástico, el fin de nuestra especie se acerca.
[…] Landong se sintió perturbado.
–Pero… eso parece imposible.
–No lo es Robert, sólo impensable. La mente humana tiene un primitivo mecanismo de defensa que niega cualquier realidad que provoque un estrés excesivo al cerebro. Se le llama negación. […] Sin ella, cada mañana nos despertaríamos aterrorizados ante la posibilidad de morir. La mente bloquea nuestros miedos existenciales y se centra en cuestiones que podamos afrontar, como llegar a tiempo al trabajo o pagar nuestros impuestos.[1]»
Dice el refranero popular que «no hay más ciego que el que no quiere ver», y este nos viene al pelo como introducción y acercamiento al término del psicoanálisis especialmente enraizado como es el «mecanismo de defensa».
La negación consiste, al fin, en cerrar los ojos ante esa parte de la información no deseada en nuestra vida por miedo al sufrimiento, de tal forma que en el mundo del que niega, realmente no existe. Es ese mecanismo de defensa que citábamos —al que los psicoanalistas relacionan con la ansiedad y la depresión— por el cual la persona bloquea eventos externos para que no formen parte de la conciencia y, por tanto, trata aspectos evidentes de la realidad como si no existieran. Un mecanismo presente en la vida cotidiana que influye para bien o para mal en nuestra manera de afrontar los avatares de la vida en la búsqueda de un ficticio alivio emocional, el cual, más temprano que tarde, no hace más que aumentar nuestra vulnerabilidad ante la auténtica realidad.
Un modo de abordar erróneamente un problema reside en comportarse como si tal problema no existiera, es decir aplicar como solución la negación al problema
Paul Watzlawick, John H. Weakland, Richard Fisch (1974)
No obstante, la negación no la podemos calificar drásticamente como buena o mala. Como estrategia para evitar el dolor habrá que tener en cuenta asuntos como el contexto y las condiciones bajo las que se produce. Pero se ha repetido desde aquí en diferentes ocasiones: sólo es posible cambiar aquello de lo que se es consciente. Y para ello, desde esta perspectiva, la negación es nuestra gran enemiga.
También se dijo desde aquí:
Así que en la busca de nosotros mismos, ese proceso de descubrimiento, desde donde estoy hasta donde quiero estar, es un camino por donde, parece casi ineludible, habremos de transitar.
[1] “Inferno” Dan Brown 2013 Pág. 290
Máster en Gestión y Administración de Empresas por FUNDESEM Business School. Experto en Coaching Ejecutivo por la Universidad Rey Juan Carlos y Escuela de Inteligencia de Madrid. Formado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos por la Universidad de Alicante.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir