La entrevista de trabajo suele ser la fase final en una selección de personal, pero algunas veces es la única prueba que se realiza, por ello, en muchas ocasiones nos lo jugamos todo a una sola carta.
Sólo tenemos una oportunidad para causar una buena primera impresión y un excelente curriculum pierde todo su valor en una mala entrevista, por lo que no podemos dejarla en la improvisación. Tendremos que prepararla a conciencia sin descuidar ningún detalle, no hay que olvidar que tendremos que poner a prueba nuestra capacidad de vendernos a nosotros mismos y para ello disponemos de un tiempo muy limitado.
Así que manos a la obra y a preparar nuestra entrevista de trabajo.
Un consejo primordial es que tenemos que tener en cuenta que cada empresa, cada entrevistador y cada momento de nuestra vida es diferente así como que no existe ninguna fórmula infalible que nos lleve al éxito rotundo, pero hay ciertas normas que es fundamental cumplir.
1. Recopila toda la información posible de la empresa para la que haces la entrevista:
Quien tiene la información, tiene el poder. Uno de los primeros pasos fundamentales es visitar la página web de la compañía o negocio para el que trabajaremos y conocer todos los datos posibles de su posicionamiento en el sector, datos económicos, estructura organizativa, origen, misión, visión y propósito, entre otras cuestiones.
2. Conócete a ti mismo:
Parece algo obvio, pero a lo largo de mi experiencia en procesos de selección, los entrevistados se quedan en blanco cuando les preguntas por sus valores y sus principios, por sus puntos fuertes y sus puntos de mejora y por sus metas a medio y largo plazo.
Es imprescindible dedicar un tiempo a analizar estas cuestiones, saber identificar las competencias que son importantes en este proceso de selección y lo que necesitamos destacar de nosotros mismos. Para ello, no está de más que nos ayudemos de nuestro entorno, es decir, pedir feedback a familiares y amigos (te sorprenderá lo que puedes descubrir sobre ti). Otro punto importante es identificar qué te aporta la empresa y qué le puedes aportar tú a ella.
3. Prepara bien tu historial profesional:
El entrevistador te pedirá que le expliques cuál ha sido tu trayectoria profesional y a la hora de exponerla debes incidir en los aspectos más relevantes para el puesto al que postulas. Es indispensable un hilo conductor para desarrollar tu argumentación.
No te extiendas demasiado, ni te vayas por las ramas, ni cuentes anécdotas irrelevantes, pero tampoco seas tan excesivamente sintético que tengan que sacarte la información con sacacorchos.
4. Cuida tu imagen personal:
Nos guste más o menos, la imagen dice mucho de nosotros y en estos momentos es conveniente ser lo más neutral posible. Algunas de recomendaciones principales se basan en no usar complementos demasiado llamativos, ni colores chillones, ni uses colonias fuertes.
Procura averiguar cómo visten en la empresa para ir del mismo modo y si no es posible, entonces respeta los códigos del mundo empresarial.
5. No llegues tarde:
No es de buena educación llegar tarde a una cita, pero en este caso puede hacerte perder un puesto de trabajo.
No estamos exentos de cualquier contratiempo que pueda retrasarnos, por ello, es importante ir tranquilos y con el tiempo suficiente. Pero llegar demasiado temprano puede suponer que incomodes al entrevistador y además denota exceso de ansiedad. El tiempo ideal serían 5 minutos.
Estudia la mejor ruta para llegar al punto de la entrevista.
Pero si aun así, vas a llegar tarde, avisa siempre, y no con un mensaje, sino con una llamada telefónica.
6. Utiliza un lenguaje, tanto verbal como no verbal, correcto:
En estos momentos y con las nuevas tecnologías se está perdiendo el uso correcto de nuestro lenguaje y nos olvidamos que es la herramienta fundamental para una buena comunicación.
Durante la entrevista procura utilizar un lenguaje claro, sencillo y correcto. Las palabras que uses tienen que ser siempre positivas. Además el tono de voz no debe ser ni muy alto ni muy bajo, ni tampoco monótono ya que puede hacer desconectar al entrevistador.
No hables demasiado, pero tampoco seas demasiado escueto. Y como las acciones hablan más que las palabras, éstas deberán ir acompañadas de los gestos adecuados.
Siéntate correctamente, sin cruzar ni piernas ni brazos. No te recuestes en la silla, ni te sientes al borde de ella. Sonríe sin forzar. Cuida tu mirada. Evita mirar fijamente a los ojos a tu interlocutor. No te tapes la boca. No te toques el pelo o la cara constantemente.
Debes ser natural. Demostrar tranquilidad y confianza.
7. No hablar mal de nadie:
Una norma básica es que jamás debemos criticar a antiguos compañeros de trabajo, ni a tu jefe, ni a tu empresa. Destacar siempre las cosas positivas y lo que has aprendido de esas situaciones, aunque no fuesen las ideales para ti.
Recuerda que cuando nos enfocamos en criticar los errores de los demás, descuidamos nuestro propio desarrollo.
8. Escucha activamente:
Oír significa simplemente percibir un sonido, mientras que escuchar es entender, comprender o dar sentido a lo que se oye.
Es muy importante que estés atento al 100% a lo que te están contando y que no interrumpas a tu entrevistador. El respeto es la base del entendimiento.
9. Prepara las preguntas que tú quieras hacer:
Es imprescindible que prepares las preguntas que quieras hacer al final de la entrevista. Estas preguntas te ayudan a aclarar tus dudas sobre los aspectos del puesto de trabajo y a la vez demuestran tu interés por la empresa.
10. Haz privados tus perfiles:
Con total seguridad, tu entrevistador, se habrá intentado informar sobre ti, y que mejor manera de hacerlo que entrar en tus perfiles de Internet/redes sociales. Por tanto, te aconsejo que para que nadie se lleve “sorpresas”, es mejor que los tengas privados.
Asimismo, cuida tu mensaje del contestador de tu móvil y tu dirección de correo electrónico. Estos datos dicen mucho de ti.
11. Envía una nota de agradecimiento:
Una vez finalizada la entrevista de trabajo es conveniente que envíes una nota de agradecimiento a la persona que te ha entrevistado, ya que esto refuerza tu interés por el trabajo.
Podría enumerar muchas más recomendaciones, pero creo que se han tocado las fundamentales para ir bien preparado a una entrevista de trabajo. Pero si aun así no la superas, recuerda que te ha servido de entrenamiento para la siguiente y si el entrevistador ha considerado que no reunías el perfil adecuado para ese puesto de trabajo, pero le has causado una buena impresión, guardará tu curriculum para posteriores procesos de selección y te aseguro por experiencia, que cuando tenga el puesto adecuado para tu perfil, volverá a llamarte.
Licenciada en Ciencias Empresariales por la Universidad de Alicante. Master en Recursos Humanos por Fundesem Business School. Experta en Inteligencia Emocional y Coaching Ejecutivo por la Universidad Rey Juan Carlos y Escuela de Inteligencia de Madrid. Docente en Inteligencia Emocional.